domingo, 15 de diciembre de 2013

NOSTALGIA DEL AFUERA

Si has nacido en un lugar distinto en el que vives; no importa cuánto tiempo pasó desde que te fuiste, cuando llega diciembre la gente te pregunta: "¿Volverás a casa este año?". 

Me resulta gracioso porque además yo siempre vuelvo;  es una cuestión de educación. Me lo instalaron en el cerebro con la precisión esa de los anuncios de los turrones "vuelve por Navidad". 

La lejanía del hogar nunca me ha provocado especial nostalgia, y es ahí a donde voy a parar. Tampoco la Navidad. Bueno, ahora sí, pero es más porque uno quisiera volver a un tiempo perdido irrecuperable, a esa infancia que posiblemente jamás existió. 

Lo que a mí me pasa, cuando vuelvo a mi ciudad natal, y cuando estoy también mucho tiempo en un sitio. Es que me da "nostalgia del afuera". Necesito visitar otros lugares. Ver nuevos mundos. Enseguida me pregunto cómo será la vida en otro lugar. Cómo seré yo en otro sitio y entre otra gente. Luego me voy y descubro que soy exactamente igual que en mi casa. Tengo las mismas necesidades y preocupaciones, pero también las mismas ganas de divertirme y la misma forma de agobiarme. Me río y lloro igual. Eso sí, los ojos se me llenan con los nuevos territorios: montañas, carreteras, mar, ciudades, nubes, sonidos, sabores... Los pruebo, los degusto y la vuelta, por Navidad, hace que lo viejo sea un menos gastado, menos visto -casi nuevo-. 

Así pues, me encantó esta cita de Hans Christian Andersen que copié hace tiempo:

La nostalgia del hogar es un sentimiento del que muchos saben y se quejan; yo, por el contrario, sufro de un dolor menos conocido, y su nombre es "nostalgia del afuera". Cuando la nieve se derrite, las cigüeñas llegan y los primeros barcos de vapor zarpan, me asalta la punzante comezón de partir.

viernes, 6 de diciembre de 2013

EL ÁGUILA HA MUERTO



La noticia era esperada, pero no por eso menos triste. Hoy pensamos en esa tierra que amamos tanto y en esa figura que tanto admiramos: voló. 

Nuestra amiga y escritora Patricia Schonstein Pinnock ha escrito un poema que ha colgado en su blog y que podéis leer pinchando aquí o leerlo a continuación con la traducción al castellano.


Ingqanga ifile: el águila ha muerto

Poema de alabanza a Nelson Rolihlahla Mandela 1918-2013

Traducción de José Manuel de Prada-Samper


Ingqanga ifile The Bateleur is dead
El águila ha muerto
Yazalwa sekusaziwa ukuba iyakuphelela phi na
He was born with his destiny written for him
Nació con su destino escrito
Nangona umzimba wayo wawuthozamile
Though his boyhood was humble
Aunque fue humilde su niñez
Yaba yingangamsha esebenzela ilizwe
He became a great statesman
Llegó a ser un gran estadista
Yayihamba njengekumkani kodwa inentobeko
He walked like a king yet was modest
Caminaba como un rey pero era modesto
Yakha yaligorha elixhobileyo
He was once an armed warrior 
Fue en tiempos un guerrero armado
Kodwa yazibeka phantsi izigalo
But he put down his weapons
Pero depuso las armas
Yaza yangumfuziselo woxolo
And become an icon of peace
Y se convirtió en un icono de la paz
Yayingumthetheleli wabo bacinzelekileyo
He was a spokesman for the oppressed
Fue portavoz de los oprimidos
Nabo babefumene uphum’ aphele
And for the banished
y de los desterrados
Yawaqhawula amakhamandela ocalucalulo
He broke the chains of apartheid
Rompió las cadenas del apartheid
Yasifundisa ngoxolelwano
He taught us reconciliation
Nos enseñó la reconciliación
Yazamkela iintshaba zayo
He embraced his enemies
Abrazó a sus enemigos
Ayizange ibenekratshi kwabo babeyivalele entolongweni
He had no hatred for those who imprisoned him
No sintió odio hacia quienes lo encarcelaron
Silandela ekhondweni layo
In his flight path we follow
Seguimos la estela de su vuelo
Iimpiko zentaka enobuqaqawuli zisikhumbuza ngendoda yamadoda
The wings of a majestic bird remind us of a great man
Las alas de un ave majestuosa nos recuerdan a un gran hombre
Nelson Rolihlahla Mandela!
Ngqanga! Bateleur!
¡Águila!
Siyakubhotisa Madiba! Hail! Madiba!
¡Salve! ¡Madiba!
Siyakuhlonipha! We honour you!
¡Te honramos!

In Xhosa bird lore, ingqanga, the bateleur eagle (terathopius ecaudatus), is held in great awe and thought to be a bird of omen.
 En el acerbo xhosa sobre los pájaros, a ingqanga, el águila volatinera (Terathopius ecaudatus) se le tiene gran respeto y veneración y se la considera un ave portadora de presagios.
It is now so rare and so seldom seen that its very name has a magical quality.
Es ahora tan escasa y se la ve tan raramente que su mismo nombre tiene atributos mágicos.
Should its call be heard, it is considered extremely lucky and it is believed that something good will happen.
Escuchar su reclamo se considera muy afortunado, y se cree que sucederá algo bueno.
The esteem in which the bateleur is held is echoed in the proverb ingqanga ifile ‘the bateleur is dead’, an expression used when a man of renown dies.
La estima en que se tiene al águila volatinera resuena en el proverbio ingqanga ifile, “el águila ha muerto”, expresión que se utiliza cuando fallece un hombre ilustre.


martes, 26 de noviembre de 2013

Desde el balcón.

Estoy haciendo un curso de literatura en el Corte Inglés cuya tutora es la escritora Mercedes Abad. El curso está bastante bien y aunque son sólo 10 clases y está todo muy condensado, siempre sacas alguna cosa nueva o alguna sugerencia original. Con todo, lo mejor son los comentarios de la profesora y de los propios compañeros. Y escribir, por supuesto. Aceptar el reto de escribir cosas nuevas por el placer de hacerlo y también de leer y de analizar textos ajenos.

Uno de los primeros ejercicios que hicimos consistía en escribir un cuento corto, no más de 30 líneas, que tenía que versar sobre el caso de una mendiga a la que quemaron hace unos años en un cajero automático de Barcelona. 

El tema no me inspiraba nada en absoluto. Tampoco me apetecía escribir sobre eso. Pero... escribir es un oficio y eso era un ejercicio, nada más. Para mi sorpresa el resultado me gustó y por eso me apetecía compartirlo.






Desde el balcón


Llueve. La temperatura es de 15º C y apenas hay viento. Alguien ha roto las moneditas del logo de la Caixa, dejando la estrella azul como si fuera un fantasma solitario.

            -¡Cierra la ventana, que vas a coger frío y ya es lo que te faltaba! – mi madre grita desde el pasillo, pero yo finjo que no la he oído y sigo en el balcón respirando el aire húmedo que anuncia la noche.

Tengo 53 años y todavía fumo a escondidas.

La Charito entra en el cajero automático arrastrando los pies. Doy una calada mientras le miro el culo. Estuve enamorado yo de la Charito, pero nunca se lo dije.

            -¿No estarás fumando?- pregunta mi madre, esta vez desde el comedor. No me molesto en contestarle. En cambio espiro con placer mientras miro a la Charito acomodándose en sus cartones para pasar la noche.

            - ¡Hijo, venga, ven conmigo que empieza tu programa favorito! Doy otra calada. La verdad es que a mí no me gusta la tele. Prefiero fumar.

Sonrío mirando a la Chari y pensando en que tal vez ella podía haber sido mi mujer, si yo me hubiera atrevido a pedirle salir…  “Bueno, es igual, hace ya tanto de eso”, pienso, y tiro la colilla por el balcón.

Justo cuando, como cada vez, voy a lanzarle una última mirada de buenas noches veo que un par de chicos se bajan de una moto. Aparcan. Entran en el cajero. Intercambian unas pocas palabras con la Chari, como si la conocieran,  y luego le lanzan algo que de lejos me pareció como una jarra de agua y al instante siguiente ella está ardiendo.

-          ¿Tengo que venir a cerrarte yo la puerta del balcón?¿Cómo te lo tengo que decir? No me gusta que fumes a escondidas en tu cuarto como si tuvieras catorce años…  
-          ¡Ahora no, mamá!– le di un empujón y bajé escaleras abajo.


viernes, 15 de noviembre de 2013

EL BARQUERO DEL CAMPO GRANDE

Cuando era pequeña me llevaban a menudo al Campo Grande, en Valladolid, para que correteara entre los árboles. 

El Campo Grande es un parque urbano, pero con árboles frondosos y con un estanque que, sobre todo a los ojos de una niña, resultaba ser inmenso. Los domingos me montaban en la barquita que recorría el "lago". 

El barquero contaba un montón de historias mientras remaba. Aquello era como un viaje transcontinental:  estaba la isla de las muñecas con las cabezas que colgaban de las ramas de los árboles y  la casa de una bruja que marcaba su territorio con una escoba. Los patos y los cisnes negros y blancos se apartaban a nuestro paso. Y las palabras, supongo, se quedaron prendidas en mis oídos para siempre, más allá de su significado, porque aún escucho su eco. No hace falta que preste demasiada atención, su sonido es todavía muy perceptible para mí. Eso significa que cada vez que doy un paseo por el estanque del Campo Grande sigo oyendo susurros de duendes y de seres sobrenaturales, sigo creyendo que hay vida más allá de la superficie del agua. 

Hace unos años murió el barquero, pusieron una placa en las piedras que rodean el estanque y me pareció triste, pero bonito; un homenaje, al fin y al cabo, para aquel que lleno de palabras aquel lugar.

Sin embargo, este verano pasado, una tarde al pasar por allí vi a un barquero con un nuevo cargamento de palabras y de pasajeros. 


lunes, 29 de julio de 2013

EL COLECCIONISTA DE MUNDOS

Hace unas semanas me terminé de leer la novela El coleccionista de mundos de Ilija Trojanow sobre la vida de Richard Francis Burton (1821-1890), viajero, explorador, espía, traductor y personalidad inquieta donde las haya.

El libro me atrajo porque contaba la historia a través de las personas que se cruzaron con Sir Richard Burton en India, Árabia y África Oriental, aunque luego, la verdad, el resultado es un tanto desigual, porque tiene momentos muy vibrantes y otros bastante tediosos y repetitivos. 

De todas formas, me encanta este párrafo que comparto. Se ha hecho tarde y Burton acompaña a caballo a su casa a Upanitsche, su maestro.


Burton mantuvo el caballo a un trote suave, y Upanitsche se tranquilizó poco a poco. Es una noche inusual. Me gustaría mostrar mi agradecimiento. O, dicho de otro modo, darle algo que me parece oportuno en esta ocasión. ¿En qué piensa, guruji? En un mantra. A lo mejor el más poderoso de todos. Considere este mantra mi peaje para el camino. Nunca se le acabará.
 Purna-madaha
Purna-midam
Purnaat purnam uda-tshyate
Purnasya purmam-aadaaya
Purnameva ava-shishyate

-Qué bien suena, guruji. Con tales mantras en los oídos estoy dispuesto a cabalgar con usted la noche entera. -Oh, no exageremos. ¿Qué le he enseñado? A moderarse. ¿No siente curiosidad por la traducción? -No sonará tan convincente como en sánscrito. -Tiene razón, apréndase ese mantra de memoria. El significado llegará después. Surte efecto, ya lo verá, crea mundos. 
 Pag. 78-79
El coleccionista de mundos. Ilija Trojanow
Tusquets Editores
Traducido del alemán por Rosa Pilar Blanco


El mantra desde luego es muy bonito, suena así:


jueves, 18 de julio de 2013

VIVIAN MAIER

Hace muy poco vimos un documental de la BBC titulado Vivian Maier: Who tooks nanny's pictures?  

Y ¿quién es Vivian Maier? ¿Qué hizo?  


Autorretrato. Colección Maloof
Pues hizo fotos, miles de fotos de gente en las calles de Nueva York y de Chicago. En todas ellas se adivina un ojo observador, una mirada atenta del mundo, más que curiosa, crítica, segura de sí misma, inquieta. Son fotos hermosas, de una belleza espontanea, casual, delicada. Imágenes tomadas con una cámara colgada del cuello cuando no bastaba solo con apretar un botón y disparar para obtener en una pantalla doscientas capturas al minuto. 

El tipo de cámaras que ella utilizaba facilitaba que pudiera tomar fotos en la calle sin tener que establecer contacto visual con el objeto retratado, miraba a través de la lente indirectamente al sujeto; por lo tanto, sin que él o ella se diesen cuenta de que estaban siendo fotografiados, pero ¿cuánto podía acercarse al retratado sin vulnerar su intimidad? Hoy en día en que se cuestiona tanto los derechos de imagen ¿es posible hacer eso? No digo ya si es lícito, porque si queremos captar una mirada o un gesto del otro es por algo, porque tiene un significado más allá del personal, transciende al sujeto, en cierto modo incluso va más allá de él o de ella. Puede ser una cuestión puramente estética, un juego de luces y sombras. Una revelación.


Undated. NYC. Maloof Collection


January 1953 NY. Maloof Collection

May 5. 1955 NY Maloof Collection

Vivian Maier tomó cientos de fotografías durante su vida, pero la mayoría de ellas no las reveló. Puede que porque no tuviera dinero para hacerlo, o puede que porque no la interesara, quién sabe, eso sí, las conservaba cuidadosamente. 

Nació en Nueva York en 1926 y murió en Chicago en 2009, de madre francesa, toda su vida trabajó como niñera y mantuvo su pasión por la fotografía como algo secreto. ¿No le interesaba exponer? ¿Publicar sus fotos? ¿Trabajar como fotógrafa? 

Cuando tenía 20 años viajo a Francia con su madre. Parece que allí algunos pensaba que era espía porque veían raro que una mujer norteamericana fuera por ahí haciendo tantas fotos. ¡Ya hacía fotos entonces! ¿Dónde aprendió? Es posible que una mujer con la que compartían piso en Nueva York la enseñara, pero no hay nada seguro. Después de seis años en Francia, regresó a Estados Unidos y empezó a trabajar como niñera. 

En 1959 viajó durante unos meses por Europa e incluso a Egipto, Tailandia. Cuando regresó volvió a trabajar como niñera, ocupación que mantuvo toda su vida, igual que la otra, la secreta, la de la fotografía.

Nunca enseñaba sus fotos. Aunque tiene muchas fotos de niños. Seguro que fotografiaba a los niños que cuidaba. Algunos de ellos saldrían en sus fotos. Es posible que se las pidieran, que quisieran verse en ellas.

También hizo películas en Super 8 y cientos y cientos de fotos. Los carretes que ella usaba permitían hacer unas doce fotos cada uno, solía usar un carrete cada día. 

Tienes que pensar mucho en la foto que vas a hacer antes de disparar. Pero también tienes que ser rápido. Cuando ves la imagen que quieres captar. Zas. A por ella. Luego, la reveles o no, está encerrada en un cartucho para siempre. 

Todas esas fotos podrían haber desaparecido para siempre sin ser vistas por nadie. Igual es lo que tendría que haber pasado. Lo que se esperaba que pasase. Lo lógico. Pero no ha sido así. No. Vivian Maier guardaba todo. Lo almacenaba en cajas y cajas y alquilaba trasteros para almacenarlas. Todos sus ahorros fueron a parar ahí durante años y años hasta que en el 2007 no pudo pagar más. Hubo una subasta pública. Se vendieron sus cosas. Varias personas pensaron "oh, viejas fotos de Nueva York y Chicago de los años 50 y 60, igual hay algo interesante".  Y así fue como poco a poco la niñera desconocida fue saliendo del anonimato. 

Hay dos grandes coleccionistas de la obra de Maier y resulta interesante ver cómo ha influido en ellos el cruzarse con la obra de esta fotógrafa: Maloof Collection y Jeffrey Goldstein Collection

Por supuesto uno puede cuestionarse qué hubiera pensado la propia Vivian Maier de todo esto. Si le hubiera gustado o no. Incluso si hubiera reconocido su trabajo como propio o no. Porque son otros los que están seleccionando el material que se publica, se expone, se edita, incluso cómo se edita, se imprime, etc. Lo único que podemos los demás es pensar que, en cualquier caso, es un trabajo de toda una vida, que lo que se ve es hermoso y que el trabajo en la sombra hubiera sido hermoso también, desconocido, útil tal vez solo para ella, pero igualmente válido.  Por supuesto, también te asaltan las cuestiones de la utilidad del arte como negocio. No es solo importante lo que haces y cómo lo haces, sino la forma de venderlo, el momento en el que lo vendes y cómo y a quién se lo vendes. 

miércoles, 10 de julio de 2013

La mujer del viajero en el tiempo

Estos días de calor torrante me ha dado por leerme un libro que tenía pendiente desde hace meses: La mujer del viajero en el tiempo de Audrey Niffenegger. La autora es además diseñadora gráfica y esta es su primera novela. Ha tenido bastante éxito y parece que además de un montón de traducciones a varios idiomas la productora de Brad Pitt ha comprado los derechos cinematográficos de la obra.

La novela es interesante y bastante entretenida, aunque para mí gusto le sobran bastantes páginas (son casi 600). 

Me gusta sobre todo la idea de que al viajar en el tiempo el yo se encuentra con otros yoes que viven en otros momentos del pasado o del futuro. Porque no somos un único yo, sino muchos  que evolucionamos o cambiamos a lo largo del tiempo y sería bien curioso poder hablar con uno mismo a la edad de 7 años y a la edad de 40, por ejemplo.

El viajero no puede controlar cuándo y dónde viaja, ni puede cambiar lo que ocurre, simplemente se materializa en otro momento y en otro espacio, y llega allí desnudo, haga frío o calor, en medio del campo o en una ciudad, a ver cómo se las apaña... La autora tiene bastante sentido del humor y juega con situaciones de lo más rocambolescas.

Al mismo tiempo, y como quién no quiere la cosa, se nos plantean posibilidades interesantes; como la aprovechar que estás en un lugar determinado para ir a un concierto mítico que sabes que nunca más se volverá a repetir, porque conoces lo que vendrá después y que suele ser disolución del grupo, perdida de uno de los miembros, etc.

De todas formas, la novela es una extraña historia de amor con toques de ciencia ficción. El título ya lo dice todo, aunque el protagonista es el viajero del tiempo, la que soporta las idas y venidas, la otra voz que da balance a la trama es la de la mujer del viajero, que ama aceptando sin necesidad de entender exactamente lo que pasa.

Los viajes temporales se producen en un lapso de unos cincuenta años arriba o abajo y lo más frecuente es que nuestro navegante revisite el pasado.


-Por el momento mi cota es de cincuenta años en las dos direcciones. Ahora bien, es muy raro que me vaya al futuro, y la verdad es que no creo haber visto demasiadas cosas que me resulten útiles. Siempre es un viaje brevísimo; y puede que además sea incapaz de comprender lo que estoy viendo. Es el pasado lo que ejerce una profunda atracción sobre mí. En el pasado me siento mucho más seguro. Quizá porque el futuro en sí mismo es menos sustancial... No lo sé. Siempre noto como si respirara un aire enrarecido cuando estoy en el futuro.
(Pag. 195) 

Los que no viajamos en el tiempo, al menos no literalmente, como el personaje del libro, también corremos el peligro de quedarnos enganchados del pasado, que igualmente revisitamos una y otra vez  porque la capacidad de rememorar la tenemos todos. Un poco menos del futuro, porque igualmente, aunque soñemos con él, nos faltan referentes. Lo curioso es como todos tendemos a huir del único espacio temporal disponible: el presente, este escurridizo momento que habitamos casi sin darnos cuenta.


jueves, 4 de julio de 2013

Cuéntame una historia

He tenido unos meses de mayo y junio llenos de viajes movidos por la fuerza de los cuentos. He escuchado, he contado y hablado sobre la forma de contar, sobre el significado y la necesidad de las historias. 

Me siento plena ahora mismo, cansada, como cuando bajas de la montaña, pero con ganas de volver otro día a la cumbre para tener las nubes más cerca.

Una de las cosas que más me gratifican de los cuentos es la sensación de pertenecer a un momento mucho más amplio y profundo que la realidad presente, un lugar que es el ahora, pero es el tiempo de mis ancestros también, y el futuro al que yo contribuyo pasando de una generación a otra los cuentos que otros contaron antes que yo y que otros contarán después de mí.

Las historias siempre han viajado de una cultura a otra, a veces haciendo miles de kilómetros de distancia, atravesando mares y desiertos, adaptándose al tiempo y a los lugares sin perder ni un ápice de su fuerza y atracción.

Estas semanas ha salido varias veces la cuestión del derecho o la idoneidad de contar historias de culturas que no son la propia. Es algo que nunca me había planteado porque yo, hasta hace bien poco, contaba más bien historias que no pertenecían exactamente a "mi cultura europea occidental", sino historias de lejos, como las llamo yo. 

Si cuento una historia es porque a mí me dice algo, porque creo que por encima de lo exótico que resulte el paisaje en el que la narración se desarrolla lo que se cuenta me habla a mí y habla a la gente que está conmigo. Por lo tanto, desde el respeto, me gusta contar historias de los pueblos de América, del desierto del Karoo, de China o de la India. A estas alturas me parece que el mundo es un lugar inmenso que no me va a dar tiempo a visitar más que a través de las palabras. Las historias viajan más deprisa que yo, por eso, si me quedo quieta me alcanzan. 

Por otro lado, es verdad que siempre tengo hambre de horizontes y me fascinan los hielos de Alaska, los leones y la delicadeza del papel de arroz, el hecho de que aparezcan en mis historias, las que yo cuento, me producen un placer estético y una honda sensación de libertad.

Esto no significa que no me interese o no me gusten  las historias de mi propia cultura (en la que casualmente vine al mundo),  lo que ocurre es que encuentro que entre las historias los límites geográficos no son condicionantes.

Jose y yo estamos participando en el proyecto de la Unión Europea: Historias de cueva en cueva, con motivo del cual se han organizado ya algunos eventos interesantes como el encuentro entre narradores europeos y sudáfricanos en el Cederberg (Sudáfrica) el mes de abril pasado; las narraciones en Atapuerca y la Cueva de los Casares o el pasado Maratón de Cuentos de Guadalajara. Este proyecto se pregunta sobre el origen de las historias, cuando se empezó a contar, cómo y qué se contaba. Hay muchas más preguntas que respuestas y eso es bueno, creo yo, pero lo que está claro es que lo que nuestros tatara tatara abuelos empezaron en el tiempo del ensueño, con el érase una vez y cuando los animales eran personas... continua hasta el día de hoy.

Foto de Javier de la Fuente. Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora




miércoles, 26 de junio de 2013

10 AÑOS DE POESÍA VISUAL

Mi amigo, el poeta Agustín Calvo Galán celebra 10 años de su primera exposición de poesía visual con una muestra de su trayectoria. 

La clausura de la exposición que todavía se puede ver estos días en el Centro Cívico de Drassanes será el 29 de junio a las 18.30 h.




Me gustaría estar allí, pero no podré por un buen motivo, estaré entre Salamanca y Valladolid. Me han invitado a participar en el festival de narración oral que se celebra en la Casa de las Conchas. A mí vuelta os haré un resumen de todas estas contadas.

De momento os dejo un texto que he escrito con motivo de la exposición de Agustín con el que me siento tan afortunada de haber colaborado y de seguir colaborando, pero lo mejor es que los que viváis en Barcelona vayáis a ver la exposición.

Per molts anys, Agustín!



Un recorrido más allá de la palabra

Cuando nos paramos en un momento del camino para mirar atrás, a veces somos conscientes del largo camino recorrido, pero, al mismo tiempo, nos puede parecer que lo mejor está aún por llegar.

Los primeros poemas visuales de Agustín Calvo Galán juegan con el signo y el fonema, con la tipografía de las letras, para crear iconos o imágenes estimulantes en torno a ese gran juego que es el lenguaje. De esa primera época son la e pescada, laG (que contiene: agggggua), o la acomo una ventana abierta al universo.

En esos años, finales de los 90 principios del s. XXI, el collage era  la técnica dominante: papel impreso, notaciones musicales, llaves, cerraduras oxidadas.  El lenguaje, como ordenación de las letras o de las notas musicales, frente al caos, que siempre está presente en la obra del poeta; y el misterio de la cerradura, el candado o la llave, que nos abre, o nos cierra, el acceso a un mundo inmenso que apenas podemos entrever.
Poco a poco se va introduciendo la imagen digital y el tratamiento del color y de la imagen a través del ordenador.

Como el mismo poeta ha dicho en alguna ocasión: “La informática e Internet llegaron para cambiarlo casi todo, no sólo las formas sino también la plasmación de las creaciones, así como la difusión y la democratización de la información” [1]

De principios de los 2000 en adelante, se abre un encuentro entre la imagen captada por la cámara fotográfica y alterada a través del ordenador con  la palabra escrita, que desembocará en el Proyecto Desvelos iniciado en el 2006. ¿Quién desvela a quién o a qué? Las imágenes aparecen multiplicadas; ahora nítidas, ahora desvaídas, casi a punto de desaparecer, mientras que, al mismo tiempo, una palabra o una frase se revela, contrasta contra el fondo de la imagen o se funde en él.

En esta investigación que usa la imagen digital como soporte expresivo sobre el que el lenguaje es un componente más del resultado final, sigue apareciendo un elemento fundamental, que siempre ha estado presente en la obra de Agustín: la naturaleza.
El paisaje y los elementos que lo configuran en pequeña y en gran escala: un árbol (las ramas, el tronco, las hojas que lo conforman),  una espiga, el cielo, la montaña, la tierra…

Como en el zen la poesía es atención. Y es a través de la atención que se produce el despertar.  Un chispazo de iluminación que va más allá de las palabras, que son limitadas, para una poesía que no pretende decir sino desvelar [2].

Otro de los leif motiv que apenas apuntábamos al principio de esta reseña es el caos: las letras y los números que se amontonan. La contraposición de las letras encuadradas en bonitos moldes contra una maraña de alambres.

En los poemas visuales más recientes encontramos paulatinamente una vuelta a los inicios, a ese interés original por la forma de las letras y de los números que, en esta ocasión, se sobreponen a un magma de color, se multiplican y confunden en un mar de pompas etéreo y frágil. ¿Dónde está el poeta? No puede estar sino detrás de ellas, de los signos, de esas palabras que se diluyen arrastrando con ellas a quién las ha creado.

El camino puede parecer circular, pero  es un círculo que no se cierra. Lo que está por venir aún no se nos ha desvelado, habrá que esperar…

Helena Cuesta.
En ocasión del décimo aniversario
de la primera exposición  de
Poesía Visual de Agustín Calvo Galán.

[1] Agustín Calvo Galán. Visual Libros. Francisco Peralto & Corona del Sur. Málaga 2012
[2]  Desvelar: Descubrir, poner de manifiesto // Quitar, impedir el sueño, no dejar dormir // Dicho de una persona: Poner gran cuidado y atención en lo que tiene a su cargo o desea hacer o conseguir. (Según RAE) Un trayecto poético y visual de Agustín Calvo Galán.
http://proyectodesvelos.blogspot.com.es/

domingo, 9 de junio de 2013

La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey

Estos días estamos viajando mucho y por un buen motivo: contar historias. Entre viaje y viaje apenas tengo tiempo para asentar las impresiones entre una contada y otra, así que a menudo busco un poco de reposo en la lectura. Ahora tengo en mis manos La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, traducción de Sandra Campos. Editado por RBA.


Es un libro en formato epistolar que se lee casi de una sentada. Los personajes son tan atractivos que deseas conocerles, en cierto modo les conoces ya a través de sus palabras. 

La acción sucede en Londres y la isla de Guernsey, en el Canal de la Mancha, recién finalizada de la segunda Guerra Mundial.

Es la historia de una escritora que hace un recorrido de presentación de su novela y también del intercambio de cartas con algunos de los habitantes de Guernsey a quienes, del modo más insospechado, la lectura les ayudó a sobrellevar su etapa más oscura: la invasión alemana, el hambre y las penurias consiguientes. Un libro de pequeñas historias y de libros, libros, libros. 

¿Cómo pueden las palabras ayudarnos a vivir? Bueno, no tengo una única respuesta, pero se me ocurre que a veces el ponerle un nombre a las cosas ayuda; escapar de la realidad alivia y la forma en la que expresamos nuestro pensamiento puede ser tan hermosa que enaltece lo que nos pasa, como si fuera algo mágico, transcendiendo nuestra pobre experiencia individual en otra superior, más grande, porque es colectiva.

Lo mejor es que para disfrutar del arte en general no hay que ser ningún intelectual, está al alcance de todos, lo único que hace falta es sensibilidad. 

Me gusta mucho el personaje del señor Eben Ramsey, un pescador que un día se encuentra con la obra de Shakespeare:
¿Sabe cuál es el verso que admiro más de él? Éste: "El luminoso día ha terminado y estamos destinados a la oscuridad". ¡Ojalá hubiera sabido estas palabras el día en que vi llegar las tropas alemanas, avión tras avión, llenos de soldados, y los barcos desplegándose abajo en el puerto! Lo único que pude pensar fue "malditos sean, malditos sean", una y otra vez. Si hubiera podido pensar en el verso: "El luminoso día ha terminado y estamos destinados a la oscuridad", habría encontrado consuelo de alguna manera y habría estado preparado para ir y enfrentarme a las circunstancias, en lugar de caérseme el alma a los pies.


martes, 21 de mayo de 2013

ZEN DUST


Jose ha regresado hace unos días de Sudáfrica y, junto con un montón de historias que contar, también me ha traído un libro muy esperado: Zen Dust. A journey home through the back roads of South Africa de Antony Osler.

Antony Osler debe ser una persona muy especial, de esas a las que me gustaría mucho conocer algún día. Es un granjero del Karoo, monje zen, abogado activista por los derechos humanos, padre, esposo y muchas otras cosas que seguramente ignoro.

Su primer libro Stoep Zen, del que hablé en su día en nuestro blog de Al pie del monte mesame fascinó y este lleva el mismo camino, así que no me resisto a dejaros una pincelada del mismo para que disfrutéis.




Con una sencillez conmovedora describe su viaje Kimberley a Colesberg atravesando las polvorientas y desiertas carreteras del Karoo. Él va observando, prestando atención a lo que le rodea, a veces recordando personas y anécdotas. Los textos se acompañan de fotografías en blanco y negro. Sin muchas florituras, directo al grano, te pone en situación, hace que visualices la escena y te trasmite, sin necesidad de verbalizarlo, una reflexión filosófica. Suelen ser historias cortas, concisas, aparentemente sencillas y muy hermosas. Absolutamente zen.


Mi amigo Croft pasó unos meses en el centro de meditación Godwin Samararatne en Nilambe, es un lugar sencillo con escasos servicios a cierta distancia de la población. Una tarde se produjo una discusión entre algunos de los residentes europeos debido a un taxista que debía recogerles y llevarles de compras a la ciudad, pero que  no lo hizo. Ellos estaban allí dando vueltas culpando al  taxista, echando pestes de Sri Lanka,  quejándose de la situación, cuando Godwin apareció con su paraguas bajo el brazo y les preguntó qué pasaba. Ellos le contaron que el taxista les había dejado tirados. "Oh"- dijo Godwin. Abrió su paraguas y empezó a caminar colina abajo hacia la ciudad, un hombre de tez oscura con túnica blanca bajo un brillante disco amarillo. Al cabo de un rato, los otros le siguieron.

My friend Croft once spent a few months at Godwin Samararatne's meditation center at Nilambe, a simple place with few facilities some distance from town. One afternoon an argument broke out among some of the European residents about a taxi driver who was meant to pick them up and take them shopping but didn't. They were standing around blaming the driver, blaming Sri Lanka, blaming their situation, when Godwin walked up with his umbrella under his arm and asked what the problem was. They told him how the taxi driver had let them down. "Oh", said Godwin. He openend his umbrella and began to walk down the hill to the town, a dark man in white robes under a bright yellow disc. After a while, they followed him.

martes, 14 de mayo de 2013

La gente se espabila

Pues sí, la gente se espabila y mucho. Con la que está cayendo si quieres encontrar un empleo o cambiar el que ya tienes tienes no basta con hacer lo de siempre: matarte a estudiar; estar a la última en redes sociales (cosa que yo no practico mucho, la verdad); inscribirte en las páginas de empleo; enviar cvs, etc. 

Si quieres llamar la atención sobre tu persona tienes que hacer algo original ya de entrada.

El otro día fui a una mesa redonda sobre marketing personal y me encontré a unas personas que podrán hacer bien su trabajo o no, pero que me gustaron muchísimo por el impulso y la creatividad que derrocharon.

He aquí algunos ejemplos divertidos y que funcionaron. No todos encontraron trabajo "fijo y para siempre", pero si que han llamado la atención y han conseguido nuevos contactos, entrevistas laborales y encargos posteriores.

Aquí tenéis a Raül Calàbria preparando el envío de su currículum, que no es para nada convencional.




En esto del videocurrículum hay quién involucra a su familia. Por ejemplo, si os interesa podéis ver también los videos de Pedro Antonio Heredia, quien filma a sus abuelos para que le "vendan", o a Alex Porras, que hace lo mismo con sus sobrinos e hija. 

Son vídeos emotivos, que dicen mucho de la persona que hay detrás y de sus ganas de funcionar de una manera diferente.

También me pareció muy interesante todo el proceso iniciado por Michiel Das, un belga asentado en Barcelona. 

Michiel decidió imprimir tres tarjetas de visita y seguir sus pasos, para ello creo la web: #elviajedemitarjeta.com En esta web ha ido sacando artículos de las personas que recibían su tarjeta o de los kilómetros que hacían, en algún caso ida y vuelta de Barcelona a Madrid. Él mismo comentó que gracias a esta iniciativa recibió once ofertas de empleo y ahora está trabajando en una empresa importante.

Por supuesto el objetivo de esta gente fue y es conseguir un trabajo, pero la aventura de iniciar algo nuevo reporta también muchas otras cosas no menos importantes: conocer a personas diferentes que te ayudan en el camino, sentirte activo y explorando tu creatividad conlleva que tu autoestima suba unos cuantos grados.

Me apetecía compartir estos ejemplos con vosotros porque en estos momentos en los que vuelvo a estar en el mercado laboral intentando abrirme camino como autónoma, hay días en los que uno se siente invisible o directamente desorientada sin saber cuál va a ser el siguiente paso qué va a dar. Sin embargo, esta situación puede ser muy fructífera: cuando no sabes qué va a pasar, todo puede pasar. 


lunes, 6 de mayo de 2013

ROMPER LAS CADENAS


Este gigantesco grafitti que cubre todo un edificio está cerca de mi casa. Es una centro cultural okupa y cada vez que paso por delante me hace sonreír.

Es toda una invitación a soltar amarras - esas pesadas cadenas que nos atan a la vida gris- y atreverse a volar, a viajar. Desde luego, un acto completamente subversivo.




domingo, 28 de abril de 2013

FOTOGRAFIAR LA AUSENCIA

Estos días hay una exposición muy interesante en el Caixaforum de Barcelona que reflexiona sobre la relación entre la pintura y la fotografía: Seducidos por el arte.

Allí he visto una impresionante fotografía de Jose Manuel Ballester. Se trata de una impresión digital sobre tela, en gran formato, que reproduce el paisaje que Goya pintó en Los fusilamientos del 3 de mayo, pero sin los personajes que lo habitan.



La fotografía fue como un auténtico puñetazo en el estómago (donde para mí hace tiempo que residen las emociones) ¿Dónde están las víctimas, los muertos, los verdugos? 

La luz de un farol es lo primero que atrapa la atención... ¿qué hace ahí ese extraño elemento? Ilumina la sangre, perfila la noche que envuelve la ciudad. La silueta de Madrid es siniestra, allá en el fondo, y el paisaje, silencioso.




¿Qué quedo del dramatismo y la violencia que supo plasmar tan bien Goya en la muerte de aquellas personas, en aquel fusilamiento concreto? De ese momento congelado de dolor, miedo, de los gritos que casi se pueden oír y de los disparos de fusil...  lo que quedará es el silencio que habla, la ausencia. Una luz en la noche oscura que en nada tranquiliza. Huellas de sangre, que la tierra absorberá. Ausencia, que pronto será olvido. 

Volví dándole vueltas a la idea de si plasmar la "ausencia" podía ser siempre tan desasosegante como aquella imagen.

Busqué más fotos del autor en internet y he encontrado toda una serie con el mismo tema, fotografías de cuadros clásicos de la historia de la pintura vaciados de sus personajes. El paisaje que envuelve la escena se pone de manifiesto y resulta muy curioso el juego que se produce en el espectador. Si no conoces el cuadro, la escena puede resulta armoniosa y completa.

He aquí un interior de Veermer. Un momento antes o después el pintor y la modelo entrarán en escena, puedes deducir eso porque el cuadro en el caballete está inacabado. Pero, obviamente, ahora no están, de nuevo la ausencia, aunque más liviana, tarde o temprano, quién sea, entrará en la habitación y cambiará los objetos de sitio. 





El juego de convertir al espacio en protagonista del cuadro, puede ser divertido y anunciar incluso movimientos posteriores. ¿O no resulta de lo más surrealista una concha gigante varada en la orilla de la playa? 



Esta es la ausencia, no del que ha salido un momento de la habitación o del que ha desaparecido con la muerte, no, esta es la ausencia del que está por nacer.




martes, 23 de abril de 2013

MULTITUD

Multitud. Antonio Saura

Me encanta Antonio Saura por su trazo preciso, aunque parezca caótico, y esa impresionante fuerza expresiva.

Creo que ilustra muy bien esta cita que he encontrado ordenando papeles en mi escritorio y que es de El hada Carabina de Daniel Pennac:
Pero así es la vida: si encuentran a un ser humano en la multitud, síganlo... síganlo.
Pensaba en ello mientras recorría las atestadas calles de Barcelona durante este día de Sant Jordi.


martes, 16 de abril de 2013

La ridícula idea de no volver a verte

Estos días he devorado un libro que llegó a mis manos por casualidad y que empecé a leer casi también por casualidad: La rídicula idea de no volver a verte de Rosa Montero.

Una amiga se lo dio a Jose hace unas semanas, como regalo de cumpleaños, y yo buscaba algo ligero para llevarme de viaje a Valladolid en una visita familiar.

El libro ha sido un fantástico compañero de viaje, aunque no es precisamente ligero en cuanto al contenido.

Me ha encantado la manera en la que está escrito, un tono íntimo y personal, como cuando mantienes una charla con una amiga. De hecho siento que ha sido una conversación tan de tú a tú, que yo he asentido, titubeado y contestado muchas veces mientras mis ojos recorrían la página.

Rosa Montero nos cuenta la vida de Marie Curie partiendo del diario que ésta escribió tras la muerte de su marido Pierre. Pero no sólo eso, no, Rosa Montero se cuenta a sí misma también y hace del dolor y del duelo algo hermoso, que nos une a todos por encima del tiempo y del espacio.

La necesidad de narrar lo que nos pasa tiene un enorme poder de transformación y de curación.  Y así nos dice:

La creatividad es justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza. El arte en general, y la literatura en particular, son armas poderosas contra el Mal y el Dolor. Las novelas no los vencen (son invencibles), pero nos consuelan del espanto. En primer lugar, porque nos unen al resto de los humanos: la literatura nos hace formar parte del todo y, en el todo, el dolor individual parece que duele un poco menos. Pero además el sortilegio funciona porque, cuando el sufrimiento nos quiebra el espinazo, el arte consigue convertir ese feo y sucio daño en algo bello.


Qué manera tan honesta de escribir sobre alguien: buscando el eco del retratado en uno mismo. Y es que cuando en la universidad me hablaban del anhelo de la "objetividad" a la hora de tratar los hechos históricos o de escribir sobre un personaje, nunca me convencieron. ¡Si todo depende del cristal con que se mira! Más bien pensaba, y sigo pensando, si la objetividad es prácticamente imposible, ¿por qué esforzarse tanto en ella, por qué no ser sinceramente "subjetivo"? Y eso es lo que Rosa Montero ha hecho en este libro, contarse mientras cuenta a otra. Y también es eso lo que a mí me sirve para "contarme", para ayudarme a creer que entiendo de qué va todo esto de vivir; o, al menos, para sentirme, desde un punto de vista ontológico, menos sola.

Todo es ficción; empezando por nosotros mismos. Y no lo veo como algo negativo, por eso comparto también esta otra reflexión que la autora nos hace:

Para vivir tenemos que narrarnos; somos un producto de nuestra imaginación. Nuestra memoria en realidad es un invento, un cuento que vamos reescribiendo cada día (lo que recuerdo hoy de mi infancia no es lo que recordaba hace veinte años); lo que quiere decir que nuestra identidad también es ficcional, puesto que se basa en la memoria. Y sin esa imaginación que completa y reconstruye nuestro pasado y que le otorga al caos de la vida una apariencia de sentido, la existencia sería enloquecedora e insoportable, puro ruido y furia.


lunes, 8 de abril de 2013

Propuestas en la Casa del Lector

Nos ha llegado una información muy interesante con actividades que se organizan en la Casa del Lector en Madrid durante los meses de abril, mayo y junio, englobadas bajo el epígrafe de "Diálogos de Lectura".

Hemos pensado que son muy atractivas, así que las públicamos por si alguien que esté un poco más cerquita que nosotros puede ir.

En cualquier caso dar un vistazo a su web resulta muy estímulante.

Lectura curricular y lectura en libertad. Niños y jóvenes ante los desafíos de la literatura
 
Jugando al teatro con la literatura: Cuando el aula es un mar

Cómo hacer lectores competentes. Propuestas creativas en Lengua y Literatura en Secundaria y Bachillerato.

Lectura y estrategia digital: dispositivos, formatos, contenidos, personas.
Cosas útiles que puedes puedes hacer por ti y tus usuarios desde el móvil.
 
Si alguien va y quiere dejarnos un comentario, nos encantaría saber vuestra opinión.

lunes, 25 de marzo de 2013

FRANCO BATTIATO

El pasado 20 de marzo estuve con mi amiga Belén en el concierto que Franco Battiato dió en el Auditorio de Barcelona.

Fue algo así como escuchar la banda sonora de mi vida. Cuando tenía quince años, en la década de los 80, triunfaban temas como: Nómadas, La estación de los amores, Yo quiero verte danzar... que yo coreaba como si me fuera el alma en cada palabra.

En los años 90 y enamorada ya hasta la médula de ese hermoso país que es Italia, tuve la suerte de marcharme con una Erasmus para completar mis estudios de Historia del Arte en Roma. ¡Y allí estuve en el fabuloso concierto que Battiato ofreció una Semana Santa en la Iglesia de Santa Maria en Aracoeli! Eran tiempos de música intimista y mística plasmados en el disco Shadow, Light.

Cuando terminé mis estudios universitos estaba, como vulgarmente se dice, más perdida que un pulpo en un garaje. Y entonces sonaba en mi cabeza la canción Il mantello e la spiga y aquello de "lascia tutto e seguiti" (Deja todo y síguete); o también: "non domandarme dove porta la strada seguila e cammina soltanto" (no me preguntes dónde lleva el camino, síguele y camina únicamente)  de È stato molto bello.

Canciones y canciones que he compartido con amigos y que han llenado viajes, tardes a solas en mi casa escuchando música... me han hecho sentir a Franco Battiato como alguien cercano a mí, casi como si nos conociéramos de hace mucho tiempo, aunque nadie nos haya presentado nunca.

Me encanta este hombre que parece hacer siempre lo que le da la gana y que te tiene tantos intereses y tan variados: cine, pintura...

El otro día en el concierto de Barcelona había unos cuantos cientos de personas abarrotando la sala, pero, lo siento, cantó solo para mí. Eso sí, me gustó unirme a la masa de público que aplaudió y saltó en las últimas canciones del concierto porque hay que agradecer siempre al artista que sabe llegarnos tan dentro.

martes, 19 de marzo de 2013

World Storytelling Day

El día 20 de marzo es el día Internacional de la Narración Oral, un momento para celebrar el arte y el oficio de contar.

El narrador Mats Rehnman creó el logo del World Storytelling Day


Como dice Ursula K. Le Guin:
There have been great societies that did not use the wheel, but there have been no societies that did not tell stories.
Ha habido grandes sociedades que no han utilizado la rueda, pero no ha habido ninguna en la que no se contasen historias.
Jose y yo no tenemos ninguna contada el mismo día 20 de marzo, pero sí el sábado 23 de marzo, donde presentamos en el Harlem Jazz Club de Barcelona a las 20.30 h nuestra sesión Enredados en los cuentos (Entangled in Stories).

Cuentos que hablan sobre cuentos. Historias que cobran vida. Por qué contamos y lo qué ocurre cuando contamos...